La línea 3 del metro trepa hasta los barrios de Roquetes y Trinitat Nova

1. • El suburbano llega a las zonas del norte de BCN tras cinco años de obras y 30 de reivindicaciones
   
2. • El nuevo tramo, que alcanza una profundidad de 74 metros, es el primero que se estrena desde el 2003
   

Foto: A.BERTRAN /Vídeo: M. FERNÁNDEZ.

XAVIER ADELL
BARCELONA

Se hizo la luz. Los barrios barceloneses de Canyelles y Trinitat Nova están desde ayer unidos por el metro. Con la inconfundible música de una gralla como fondo, el president de la Generalitat, José Montilla, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, estiraron ayer de sendas cuerdas que descorrieron un telón. Y al hacerlo, los rayos del sol entraron en el vestíbulo de la nueva estación de Trinitat Nova, inaugurando la prolongación de la línea 3 del suburbano. El acto simbólico puso fin a cinco años de complejas y molestas obras (los mismos que la ciudad llevaba sin ganar un nuevo tramo de metro) y también a tres décadas de reinvindicaciones vecinales. Desde ayer, el norte de Barcelona también existe.
La línea verde (L-3) solo ganó ayer 1,8 kilómetros, pero su importancia no es solo longitudinal, es más profunda. El metro, indicó Hereu, llega al barrio de Roquetes cargado de "progreso y esperanza", dos compañeros de viaje que demuestran que con la fuerte inversión que ha requerido la obra (156,5 millones de euros) "se ha priorizado la cohesión social y territorial", subrayó el alcalde. El resultado es que "aumentará la calidad de vida" de todo el distrito, vaticinó el president.
El nacimiento del nuevo tramo es un homenaje a los vecinos y a sus "justas reivindicaciones", como reconoció Montilla. Primero, porque han sabido mantenerse inflexibles durante 30 años reclamando el metro y, segundo, y no menos importante, porque han aguantado estoicamente cinco años de obras muy molestas antes de esta reparación histórica. "Se han realizado mil voladuras porque el suelo era en su mayoría de granito", precisó el conseller de Política Territorial i Obres Públiques, Joaquim Nadal. Y aunque mil explosiones hacen mucho ruido, "no se ha oído hablar de ellas. Eso significa que la obra se ha ejecutado con calidad", remarcó Hereu.

LA MÁS PROFUNDA
Nunca hasta ayer la luz solar había entrado directamente en un andén subterráneo de metro. La estación de Trinitat Nova --que funciona como intercambiador con la L-4 y la L-11-- se ha convertido así en la primera con iluminación natural pese a que está excavada a 30 metros. Más abajo está aún la de Roquetes --56 metros bajo tierra--, la más profunda de Barcelona. En algún tramo, el túnel alcanza los 74 metros de hondo.
La parada de Roquetes se distingue de las demás en que se accede a los andenes mediante siete ascensores de gran capacidad que discurren por el interior de dos enormes cilindros de hormigón de 18 y 24 metros de diámetro. Los elevadores pueden transportar a 23 personas cada uno, a la nada despreciable velocidad de dos metros por segundo. Por si acaso, existen escaleras de emergencia.
El mayor de los dos cilindros de Roquetes es en sí mismo una obra de arte. El artista Salvador Juan Pere lo ha convertido en el mural Viatge global, viatge local, viatge personal, una sucesión (ordenada cronológicamente) de llamativos plafones que recogen impresiones, frases, nombres propios o recuerdos sobre la historia de los últimos 55 años aportados por los vecinos. La estación de Trinitat Nova también tiene sus pinceladas artísticas: Metamemòria --de Enric Mauri--, un montaje fotográfico que emula un metafórico campo de amapolas y que retrata el compromiso ciudadano en la lucha por el progreso; y Voluntat i perseverança --de Antonio Ortega--, que simboliza las huellas que han dejado las reivindicaciones vecinales mediante sugerentes manchas negras.
La apertura de las estaciones de Roquetes y Trinitat Nova ha traído consigo que en las horas punta circulen 27 trenes por la L-3, lo que se traduce en que habrá uno cada 3 minutos y 13 segundos. Además, con las dos nuevas paradas, la línea verde del suburbano pasa a ser la segunda del sistema metropolitano con un mayor número de estaciones (26), solo superada por la L-1.

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