Comunitat Valenciana
Primero los bancos y comercios, luego las calles y ... ahora los taxis. Este medio de transporte público puede convertirse pronto en una zona videovigilada si triunfa el sistema de minicámaras de seguridad capaces de retransmitir imágenes en tiempo real del interior de los vehículos que acaba de lanzar una joven empresa de Gandia.
Esta innovación, patentada por Veo Seguridad SL, está instalada desde el pasado martes en pruebas en un taxi de Valencia y, según Juan Manuel Miras, técnico informático y uno de los dos socios de la firma de la Safor, «se ha demostrado que funciona perfectamente».
Sin apenas difusión, esta propuesta made in Valencia, ya ha despertado el interés de empresas y cooperativas de taxistas de siete capitales de provincia. En este sentido, Miras, detalla que «taxistas de Valencia, Alacant, Castelló, Barcelona, Bilbao, Zaragoza y Santa Cruz de Tenerife han contactado con nosotros a través de internet para conocer el producto».
Una expectativa lógica en un sector en el que, desgraciadamente, morir o resultar herido en un atraco es un riesgo laboral más que presente ya que en los últimos 17 años han sido asesinados 45 taxistas en España, tres de ellos en la Comunitat Valenciana.
La minicámara mide menos de 7 centímetros y tiene un zoom óptico de hasta 22 aumentos. Colocada junto al retrovisor interior toma y graba imágenes durante las 24 horas, registrando todo lo que sucede en el interior del taxi en cualquier condición de luminosidad ya que está equipada con visión nocturna por infrarrojos.
En el caso de que el conductor pulse el botón del pánico o de SOS, la señal de vídeo se retransmite a través
«Identificar y disuadir atracadores»
Miras explica que tanto el botón del pánico como el GPS ya existían, «la novedad es que ahora con la cámara se puede ver y grabar todo lo que pasa dentro del taxi y por lo tanto identificar o disuadir a los atracadores». El sistema, continua, «cumple con todos los requisitos legales, como advertir al cliente que está en una zona videovigilada y la posibilidad de solicitar el borrado de las imágenes antes de que se cumpla el plazo legal de 30 días para su destrucción».
En cuanto a su coste, Miras prefiere no dar cifras aunque señala que vale «lo mismo que una mampara de seguridad». La firma de Gandia ha iniciado contactos con la Administración para, al igual que las mamparas, también subvencione estas cámaras.
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