¿Por qué digo esto? pues porque me doy cuenta de que vivimos en un mundo en el que al ladrón, al asesino, al violador, al criminal en sí, se le da más libertad que al pobre ciudadano pringadillo de turno, entre los cuales me incluyo.
Estoy en una estación cualquiera y me doy cuenta de que haga lo que haga lo haré mal. Si al que se cuela (al que considero un vulgar ladrón más) no le digo nada, viene la personilla que me recrimina el no haberle dicho nada y me enseña una T-mes que paga religiosamente todos y cada uno de los meses para ir a currar. Si por el contrario me harto de "valor" y le digo algo, me juego que me zurre, y la personilla que al lado está comprando una tarjeta encima me dá el varapalo de decir que lleva toda la razón y que todos deberían hacer lo mismo debido a las tarifas tan elevadas que "le ponemos" al transporte.
Hoy he tomado la decisión de no llamar más al teléfono de seguridad a no ser que estrictamente sea necesario (solicitud de una ambulancia o de la asistencia de los mossos o personal de seguridad de metro a petición de un pasajero). La verdad es que en el segundo caso me parto yo de risa al pensar qué situación puede llevarse a cabo para tener que llamar a los mossos d'esquadra o al personal de seguridad, contra los cuales, quiero dejar bien claro, que NO TENGO NADA EN CONTRA DE ELLOS/AS.
Considero que es un trabajo tan decente como cualquier otro, pero lo de que me parto de risa es porque QUÉ narices van a hacer si la ley no les permite hacer nada!!!!!
Cierto día me contó un compañero de seguridad que tras retener a una bosnia, rumana o de donde quiera que fuese la fulana, y avisar a los "mosus", ésta le dijo con toda la desfachatez: "Bueno, yo esta noche dormiré en cama y comeré caliente, a parte, tú ¿cuánto? ¿500 (euros) en un mes? ¡yo 500 (euros) en un día!!". Solo me imagino las fuerzas reprimidas que tuvo que aguantar para no "jartarse" de darle patadas a la susodicha por aquello.
Hoy se me ha venido el mundo encima cuando otro "segurata" me dice que están a punto de darles un tirón de orejas por echar a la calle a las y los chorizos que corren por el metropolitano.
Me pregunto que hasta dónde llegaremos, hasta dónde llegará el límite de la paciencia de todos los ciudadanos de a pie que nos rompemos el espinazo currando, si seguimos viendo que a los criminales (asesinos, ladrones, etc) se les da la libertad que tienen de seguir circulando libremente por el mundo, o se les busca un trabajo, una vivienda y una pensión "como agradecimiento" a haber cometido un delito. Francamente, estoy hasta los mismisimos y os digo, os aconsejo compañer@s que NO HAGÁIS NADA DE NADA, si véis que roban, no aviséis, si os insultan, no os rebotéis, haceros los sordos, los ciegos y los mudos, porque no vamos a conseguir nada de nada, como mucho una fuerte ansiedad o una paliza, ambas con su correspondiente baja.
Si no cambian las leyes, estamos perdidos en un mundo en el que todo el mundo hace lo que le parece.
Esther M.
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